Parroquia del Sagrado Corazón de Jesús

Diócesis de Buenaventura

Párroco

Larry Humberto Payan Patiño Pbro.

Contacto

Dirección

Cra.16 Cl.3 3-78 Barrio El Firme

Celular 

3158097821

Horario Eucaristías

• Lunes 06:00pm
• Martes 06:00pm
• Miércoles 06:00 pm
• Jueves: 06:00pm
• Viernes: 06 pm
• Sábado:06pm
• Domingo: 08:00 am a 10:00am y 06:00 pm

Ubicación

Reseña Historica

 

La Parroquia del Sagrado Corazón de Jesús fue fundada el 13 de mayo de 1954, impulsada por Monseñor Gerardo Valencia Cano. El primer bautismo se registró el 19 de junio de 1954 con el párroco Carlos E. Gómez. Ese mismo año, las Hermanas Lauritas, bajo la dirección de la hermana Lourdes, se establecieron en el lugar, inicialmente con construcciones de madera.

El padre Roberto Samaniego, quien llegó en 1958, inició la construcción del templo con materiales duraderos, facilitada por la donación de terrenos por parte de doña Mercedes y el apoyo comunitario. Entre los colaboradores se mencionan Luis Gorgonio Ríos y Genaro Valencia García. Posteriormente, varios sacerdotes javerianos de Yarumal y de Parma contribuyeron al desarrollo espiritual y material de la parroquia, destacando la formación de niños y la introducción de música moderna en las liturgias.

En 2003, Gerardo Pretel Ortiz, el primer sacerdote ordenado para los Misioneros Javerianos de Parma, comenzó a trabajar en Congo. Desde entonces, sacerdotes diocesanos como Isaac Gómez Ibargüen, Primo Feliciano Castro, y Mario Humberto Góngora Cuenu, entre otros, han dirigido la parroquia, llevando a cabo importantes renovaciones como el cambio de techo y la construcción de la capilla del Santísimo.

Los misioneros de la Diócesis de Manizales, como Edinson Hernández Valencia y Jesús Aldery Franco López, también contribuyeron significativamente, mejorando el piso del templo y otros elementos del altar. En 2012, Edwin Hurtado Salazar, junto con un consejo económico, impulsó la colocación del cielo falso en el templo y la casa cural.

A lo largo de sus 68 años, la parroquia ha sido apoyada por numerosos laicos dedicados y colaboradores permanentes, como Flor María Gómez, y ha mantenido un fuerte sentido de comunidad y compromiso, lo que ha permitido realizar múltiples obras en beneficio de la parroquia. La comunidad parroquial es conocida por su entrega al servicio y colaboración en diversas actividades y proyectos.