

Miércoles 5 de marzo de 2025 – Miércoles de Ceniza en la Diócesis de Buenaventura
Hoy, Miércoles 5 de marzo de 2025, la Diócesis de Buenaventura ha vivido un día de profunda reflexión y renovada esperanza, marcando el inicio de la Cuaresma, un tiempo privilegiado de conversión y preparación espiritual. En cada rincón de nuestra diócesis, la comunidad se unió con fervor en las celebraciones de este Miércoles de Ceniza, un signo palpable de penitencia y humildad, que invita a cada creyente a caminar en el seguimiento de Cristo durante los 40 días que nos conducen hacia la Pascua.
La participación en las celebraciones fue sobresaliente, con una asistencia destacada de fieles que, con devoción, recibieron la ceniza como símbolo de la fragilidad humana y la necesidad constante de la misericordia de Dios. Las celebraciones fueron un verdadero acto de comunión, en el que se reflejó el compromiso renovado de toda la comunidad, desde los más jóvenes hasta los más mayores. Este inicio de Cuaresma fue también un recordatorio de la fuerza de la unidad, en la que todos los miembros de la Iglesia – sacerdotes, diáconos, laicos comprometidos y colaboradores de la pastoral – se han unido con dedicación y amor para llevar a cabo las celebraciones y actividades litúrgicas, creando un espacio de fraternidad, oración y reflexión.
En este día tan significativo, también se vivió un acto especial en la comunidad de Yurumanguí, donde Mons. Rubén Darío Jaramillo Montoya, acompañado por su equipo pastoral, presidió una solemne ceremonia de Confirmación. La comunidad se unió con gran fervor para celebrar este sacramento, reafirmando el compromiso con la fe y el camino de Cristo.
Este acto en Yurumanguí no fue solo una ceremonia religiosa, sino un testimonio de la misión pastoral que Mons. Rubén Darío lleva adelante, visitando y acompañando a comunidades que, por su lejanía, a veces no tienen acceso a los sacramentos de manera regular. La celebración de la Confirmación fue un signo de esperanza y fortaleza para todos los presentes, y de manera especial para los jóvenes y adultos que recibieron este sacramento, confirmando su compromiso con la vida cristiana.
La presencia de Mons. Rubén Darío y su equipo pastoral en estos lugares demuestra el profundo amor y la dedicación de la Iglesia en la Diócesis de Buenaventura, llevada a cabo por sacerdotes, diáconos, laicos comprometidos y colaboradores, quienes incansablemente trabajan para llevar el mensaje del Evangelio y los sacramentos a todos los rincones de la región. Este esfuerzo conjunto refleja la unidad y el compromiso de todos los miembros de la comunidad eclesial, quienes, con su dedicación y esfuerzo, siguen avanzando en la misión de la Iglesia.
Este Miércoles de Ceniza ha sido, sin duda, un día lleno de significado, donde la Diócesis de Buenaventura se ha mostrado como una Iglesia viva, unida y comprometida. Los sacerdotes, diáconos, laicos comprometidos y todos los miembros de las comunidades han dado lo mejor de sí para hacer de este día un acontecimiento de oración, reflexión y fe. Que este tiempo de Cuaresma nos ayude a seguir creciendo en comunión, a profundizar en nuestra relación con Dios y a ser instrumentos de su paz y amor, tal como lo han demostrado nuestros hermanos en Yurumanguí.







